ES04: Patricia Torres Santos

Patricia Torres Santos

Patricia Torres es una agricultora que produce pistachos y aceite de oliva ecológicos. Las exigencias económicas y técnicas asociadas a una nueva plantación de pistachos la han obligado a combinar esta producción con la de aceite de oliva, una combinación que la ha ayudado a sostener económicamente su explotación hasta que su plantación de pistachos alcance la plena producción.

La diversificación ha supuesto una combinación de diferentes formas de financiación. En primer lugar, accedió al Programa de Incorporación de Jóvenes Agricultores, que le facilitó la gestión de la tesorería en los primeros años. En las siguientes fases, el reto de garantizar la defensa de sus márgenes la llevó a participar en la constitución de una SAT, una asociación privada que permite realizar inversiones conjuntas para la transformación y comercialización de sus productos en un subsector agroindustrial aún por definir.

1. DATOS PERSONALES DEL AGRICULTOR/A

Nombre: Patricia Torres Santos.

Año de nacimiento: 35 años.

Sexo: Mujer.

Formación: Ingeniera Civil que también ha seguido cursos de Incorporación de Jóvenes Agricultores.

Ocupación: El 80 % de su tiempo lo dedica a su actividad agrícola y dedica 4 horas semanales a otra ocupación como administradora de casas rurales.

2. DATOS DE LA EXPLOTACIÓN

Localización de la finca: Tiene dos parcelas alquiladas con 15 ha de olivar en Marmolejo (La Loma de la Marquesa) y 28 ha de pistacho en Huelma-Solera (Sierra de Huelma).

Superficie de la finca en ha: 43 ha (15 de olivar y 28 ha de pistachos).

Descripción de la finca: Patricia comenzó su actividad agrícola a través del programa de incorporación de jóvenes agricultores. La explotación de pistachos que gestiona fue iniciada por su marido, que adquirió la tierra y la plantó.

Debido a las dificultades para entrar en la producción del cultivo del pistacho y a que no es rentable en los primeros años, su marido tuvo que empezar a trabajar en otro sector. Cuando el cultivo empezaba a ser productivo, Patricia decidió dirigir la nueva fase de la explotación. Para ello, accedió a las ayudas a la instalación como joven agricultora, y firmó varios contratos para gestionar más tierras y diversificar su producción.

Las tierras de cultivo son alquiladas. Es empresaria independiente y única trabajadora de la explotación familiar. Cuenta con el apoyo de otra persona que le ayudó con el trabajo en la primera fase de su incorporación.

Consciente de la actual crisis de precios en el sector agrícola de su región, ha hecho un esfuerzo especial para mejorar el proceso de comercialización de sus productos. Para hacer frente a este reto se ha unido a una SAT (Sociedad Andaluza de Transformación) para la transformación y comercialización del pistacho, y está formando una nueva asociación de productores de aceituna ecológica con la que defenderán sus intereses colectivos como productores.

3. FINANCIACIÓN Y ACCESO A LA FINANCIACIÓN

Patricia ha continuado el trabajo de su marido al frente de la explotación. Tras la compra del terreno y la plantación realizaron un gran desembolso para ambas inversiones, la mitad con fondos propios y el resto con subvenciones y financiación bancaria. Como los primeros años de la plantación no fueron rentables, su marido decidió trabajar en otro sector.

Una vez que la explotación entró en producción, Patricia, que estaba en paro, decidió ponerse al frente de las siguientes fases. Para ello era necesario adquirir la liquidez suficiente para poner la granja en funcionamiento y garantizar su sostenibilidad como fuente de ingresos.

Para ello, decidió solicitar subvenciones para jóvenes agricultores, que garantizaban la cobertura de los gastos de funcionamiento iniciales. Además, decidió diversificar arrendando no sólo la explotación de pistachos de su marido sino también otra explotación de olivos ecológicos, complementando así unos ingresos que habrían sido demasiado bajos si hubieran dependido exclusivamente de los pistachos.

El siguiente paso fue asegurar la comercialización de los pistachos, un cultivo con muchas barreras de entrada y un largo periodo de amortización. Sin embargo, si se tiene el músculo financiero necesario, puede llegar a ser muy rentable a partir del séptimo año. Para ello, decidió participar en la constitución de una SAT especializada en la transformación inicial (secado y pelado) y destinada a desarrollar nuevos canales de comercialización.

Esta forma de asociación es un elemento innovador desde el punto de vista de la financiación. Se puede definir como varios productores que constituyen una forma jurídica privada para realizar grandes inversiones que les permitan procesar y buscar canales de comercialización alternativos.

En este sentido, Patricia tuvo que pagar una cuota para entrar en la SAT, pago que realizó con el dinero recibido de sus ayudas para jóvenes agricultores. A su vez, la SAT ha llegado a varios acuerdos para cubrir las inversiones, así como la financiación a través de las aportaciones de sus seis miembros. Con todo ello, han construido instalaciones, adquirido maquinaria y ejecutado operaciones.

La SAT se basa en un espíritu de intercambio, en el que los miembros se acompañan y aprenden juntos sobre la gestión de un cultivo muy novedoso en España. A partir de este espíritu de intercambio, se ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Alamedilla, muy interesado en este cultivo como potencial alternativa al olivar, actualmente en declive. Dentro de la voluntad del Ayuntamiento de promover el conocimiento de este cultivo entre los agricultores locales, la SAT ha recibido instalaciones municipales y una parcela para realizar ensayos y formación a sus agricultores. Este intercambio de instalaciones para la formación y el asesoramiento ha supuesto una oportunidad económica para la SAT, que ha reducido sus costes por el alquiler o la compra de estas instalaciones.

“Para salir de la situación actual, tenemos que salir de la dinámica que tenemos. Hay que intentar hacer cosas diferentes para conseguir otros resultados.”

“Antes de mover cualquier cosa, es necesario informarse, informarse e informarse. Hay que manejar mucha información; cuanta más información, mejor será el proyecto para solicitar financiación.”

“Cuanto más sepamos, mejor evaluaremos las necesidades, mejor diseñaremos nuestro proyecto y mejor podremos defenderlo ante los demás.”

“Tenemos que manejar informes, datos, ser capaces de analizarlos y justificarlos. Identificar los puntos fuertes que hacen que el proyecto sea solvente para su financiación.”

4. NECESIDADES DE FORMACIÓN Y CONCLUSIÓN

Experiencias de formación y lagunas: Patricia reconoce la necesidad de acceder a la formación y a la información para poder evaluar mejor las necesidades de la explotación. Por ello, reconoce la necesidad de adquirir una formación multidisciplinar, y entre los conocimientos necesarios están los económicos y financieros, para poder planificar los ingresos y los gastos, evaluar las inversiones, gestionar la tesorería, generar ahorros fiscales y desarrollar las obligaciones contables y burocráticas en el ámbito financiero.

Además, se ha dado cuenta de que tal vez no sea posible adquirir esa formación. En esos escenarios, es importante buscar asesoramiento que facilite los procesos de toma de decisiones vinculados a la financiación, como la elaboración de planes de negocio o una correcta planificación que ayude a minimizar el impacto fiscal.

Patricia es consciente de la importancia de saber comunicar su plan de negocio. Para ello, es necesario conocer en profundidad la operación, saber manejar informes y datos cuantitativos, hasta el punto de poder responder a las preguntas que puedan surgir de los potenciales inversores. Para ello, es imprescindible destacar las fortalezas, así como las garantías económicas o estructurales que ofrezcan certeza sobre tu capacidad de generar ingresos y afrontar el endeudamiento.

Consideraciones finales: El cultivo del olivo ha dejado de ser rentable en los últimos años, ya que la caída de los precios de mercado ha llevado a muchos agricultores a buscar nuevas formas de diversificar sus explotaciones con otros cultivos. El pistacho ha surgido, junto con el almendro, como una alternativa para muchos agricultores de la provincia de Jaén, siendo el pistacho un cultivo más novedoso, menos implantado y con más dificultades técnicas y de gestión.

Desde este punto de vista, puede ser un caso de estudio interesante para muchos que quieran iniciarse en un nuevo cultivo permanente como el pistacho. Este cultivo tiene un largo retorno de la inversión, por lo que es necesario combinarlo con otro que genere ingresos hasta que entre en producción. Es un cultivo que requiere un alto perfil empresarial y de formación, por lo que se puede asociar a jóvenes agricultores que quieran incorporarse a la agricultura. Además, es importante acceder a formas combinadas de financiación como las subvenciones públicas (ayudas a la instalación, modernización, etc.), los fondos propios y la financiación bancaria tradicional.

Los cultivos como el pistacho, con una alta rentabilidad a medio plazo, son interesantes para las instituciones financieras, ya que estas son más proclives a financiar proyectos con una rentabilidad creciente.

Los formatos asociativo y cooperativo, en los que múltiples inversores ponen en común sus fondos para generar beneficios económicos, son la base fundamental de muchas nuevas formas de financiación. Este caso ilustra el éxito de la constitución de una SAT, que trata de aglutinar fondos para realizar inversiones que faciliten la adopción de intereses comunes, la formación, la transformación y la comercialización.

Además, su actitud de colaboración les ha permitido llegar a acuerdos con otras instituciones, lo que ha potenciado su capacidad financiera. Así, han conseguido la cesión de instalaciones y terrenos a cambio de la prestación de servicios, llevando a cabo una labor social de divulgación y formación del pistacho para los agricultores de la comunidad.

La siguiente fase, que tanto Patricia como la SAT se plantean, es acceder a los planes de Modernización de la UE, que se acaban de publicar para el año 2020 en la Comunidad Autónoma de Andalucía, con los que prevén adquirir equipamiento para su explotación, así como renovar la maquinaria y emprender nuevas acciones de comercialización en la SAT.